Suena la alarma de mi celular, buen humor para ser las 7:00 am y nada mal la rola que me despierta, espero que éste día termine tal y como empezo. Pero antes de eso, el clásico "otros 5 minutitos".
Sentado en mi cama aun con sueño busco casi a ciegas mi ropa, me cambio, me peino, preparo mi mochila (por supuesto de las chivas), y el reloj ya marca las 7:30, hora de irme.
Sin desayunar, desvelado y con frio emprendo mi viaje; camino 15 minutos y ya estoy esperando el taxivan.
Kimberly huele feo en la mañana........... y tambien en las tardes.......... y noches, pero es mi pasada; espero mi taxivan rodeado de mucha gente que no hace mas que mirar su reloj, acomodo mis audifonos y me pierdo en la música.
Pasa la 5, la 14, la 28......la 16, esa ruta me llevara a mi destino y se detiene al ver que la gente se acerca para subirse. Dentro todos tienen cara de sueño, incluyendome, no dicen ninguna palabra, una señorita se va pintando, otra más se va durmiendo, aquel acomoda sus papeles....y yo le subo el volumen a mi musica para evitar el radio del taxivan y sus noticias del clima, politica o su música mañanera, el reloj ya marca 10 para las 8 y estoy enfrente de mi destino.
-Bajan en la siguiente- le digo al chofer.
5 minutos para las 8:00 am, estoy enfrente de la empresa GMI.
Hacía mucho que no me levantaba tan temprano y menos si tenía encima prácticamente 5 horas de sueño y algo que requería puntualidad, lo que no me importo, pues ese día comenzaba mis residencias profesionales.
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